La revolución, en que hoy en día nos envuelve el texto electrónico, es y será también una revolución de la lectura. Leer sobre una pantalla no es lo mismo que leer un libro.
Muchas personas presentan dificultades de comprensión, memorización y notación en el texto electrónico, creyendo que por esto la lectura digital sólo es poseedora de desventajas. No debemos perder de vista que la lectura de libros tradicionales es sólo un hábito cultural, no un estado de hecho.La lectura digital de los textos modifica totalmente su condición: sustituye la materialidad del libro con la inmaterialidad de textos sin lugar propio; creando un conflicto allí donde asociamos la permanencia y la confiabilidad del texto impreso con la solidez del conocimiento humano. El texto electrónico no es algo que podamos ver o tocar.Estas mutaciones ordenan, inevitablemente, imperativamente, nuevas maneras de leer, y establecen nuevas relaciones con lo escrito, nuevas técnicas intelectuales.
Como decía al inicio, estamos frente a una revolución, y nuestro objetivo es recibirla no sólo de brazos abiertos, sino también educando a aquellos que tienen el futuro en sus manos, con el mismo lenguaje en que el futuro nos habla.
¿Que es la Lectura Digital?
En la puerta de la sociedad de la información nos encontramos con un nuevo concepto de lectura: la lectura digital. El hábito de leer, ya no puede estar ligado exclusivamente a un soporte concreto, sino a cualesquiera de los nuevos medios, aún cuando el papel haya sido el artífice de múltiples significaciones y construcciones culturales. La tecnología informática ha convertido a la lectura digital en la llave de la sociedad del conocimiento.Libros digitales, revistas electrónicas, bibliotecas virtuales, etc.; proporcionan al usuario beneficios inmensos y recursos informáticos de gran calidad, además de ventajas en la distribución, rapidez y capacidad de almacenamiento. Pero estos nuevos recursos deben ser utilizados correctamente, para que la ganancia en rapidez y autonomía, no se transforme en una pérdida en cuanto a utilidad y autenticidad de la información. La propuesta revolucionaria que brinda el texto electrónico es el hipertexto. El hipertexto es texto electrónico unido o referenciado a través de hipervínculos. Un hipervínculo es cualquier palabra o grupo de palabras que al ser seleccionado nos lleve a otra parte del texto o a cualquier otro texto que previamente haya sido determinado por su autor o diseñador.
La construcción del texto a través del hipertexto, se hace de manera asociativa, no lineal ni jerarquizada. El aprendizaje se hace cual si fuera una mimesis del pensamiento, ya que las ideas en nuestra mente no fluyen de manera ordenada.Entonces, ¿qué mejor manera de aprender, que experimentando el conocimiento de la misma forma que nuestra mente experimenta la vida misma?El hipertexto junto con otras aplicaciones como las bases de datos- permite una ágil conexión de la información y el conocimiento en general. Ya no nos referimos a las clásicas "notas al pie de página" que no hacen más que remitir a una enciclopedia estática, acotada y, con el tiempo, desactualizada. El soporte electrónico permite corregir errores, quitar o agregar texto, formatear el documento, guardar datos en un mínimo de “espacio”, en la memoria de la PC o en un espacio virtual en la Web, y un sinnúmero de posibilidades que se abren con la ampliación de la experiencia sensorial que ofrece el multimedia.
El texto digitalizado, su hipervincualción y su introducción en la Web, corren conceptualmente las nociones de autor y lector, unificándolos a ambos con la noción de “usuario”, un usuario-productor que cuenta con la posibilidad y la libertad de crear y modificar sus propios contenidos y depositarlos en el espacio virtual, al alcance de todo el mundo. Esto hace que el eje de la acción se encuentre a ambos lados de la producción, y no de uno sólo, como sucede con el tradicional texto impreso, como ya todos en algún momento lo hemos experimentado.Ahora, el autor tiene a su disposición una información creciente sin limitaciones para vincular a su discurso; y el lector, la posibilidad de servirse o no de ella en la medida que perciba subjetivamente, dentro de la opción que le brinda el medio hipertextual, la necesidad de hacerlo en función de su interpretación o comprensión del propio discurso. De esta forma, él mismo se convierte en autor.
Y ambos usuarios tienen a su alcance las posibilidades de construcción de un eje temático propio, sin limitaciones de tiempo o espacio.Por ello, creemos firmemente en que este es el punto de partida para insertarnos en el inicio de una era, en la que todos podrán participar y exponer sus ideas al resto del mundo. Y merced a esta reciprocidad interactiva que nos habilita la conexión en red, podremos por fin hacer realidad el sueño de una comunidad global, conciente y respetuosa de las diferencias, y de la diversidad cultural, que aúne sus esfuerzos para lograr mayor equidad y una convivencia pacífica entre las naciones, así como en el interior de ellas mismas.